Item talk:Q19568

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Pág. 69: “Muerta la Reina, y aunque su testamento nada dice sobre ello, Don Fernando, en el suyo, ordenó, para dar cumplimiento a los deseos de aquélla, que pasasen a la Capilla granadina los misales y libros de las de ambos, y unos años más tarde, en 1526, Andrea Navagiero nos confirma la certeza de esta donación, añadiendo que esos libros se guardaban en una pieza sobre la Sacristía de aquel templo (2) [nota] (2) ‘A questa Capella--dice--lasció la Regina tutte i libri sui e medaglie e vasi vetro il [!] altre cose simili le quaali custodirono sopra la Sacristia’ (Navaggiero, Andrea: Il viaggio fatto in Spagna cit.).”

Pág. 69-70 ‘De esas ciento cuarenta y ocho obras, existentes en 1536, [pág. 70] tienen que descontarse cuatro, cuyos números aparecen en blanco, y vienticuatro más que llevan al margen la indicacion de no haber sido encontradas en revisiones posteriores, con lo que aquéllas quedaban reducadis a ciento veinte, si bien unos años después se añade otra relación de doce libros más …
Que no debió presidir el celo en su conservación lo demuestran las aludidas pérdidas de libros y el trasiego que éstos sufrieron, al que se refiere la siguiente nota del Inventario de 1560: ‘Estos libros están en la librería, debajo de los órganos, y muchos de ellos se llevaron a la Inquisición nuevamente en el año 1559.’ A partir de 1588, ya ni siquiera se registran en los Inventarios, lo que acusa el abandono en que se tenían, y esto debió de motivar la visita que giró a la Capilla el Obispo de Guadix, D. Juan Alonso de Moscoso, por orden de Felipe II, en 1591, y la decisión de éste, por R. C. de 24 de julio de ese mismo año, de trasladarlos al Monasterio de El Escorial, para que quedasen en la biblioteca formada por la iniciativa regia los que pareciese y llevar los demás al Archivo de Simancias”