Item talk:Q44561

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La siguiente larga nota del erudito Rafael de Floranes (apud Méndez 1861:295-97) no sólo explica el curioso adendum de 1485 (sobre las ferias de Medina de Rioseco) al texto de 1484 sino la apariencia de la autenticación del notario real y apostólico Fernando de Moncayo en las ediciones de Huete y Burgos:

“Los mismos Reyes Católicos D. Fernando y Doña Isabel expidieron en Tarazona à 18 de Marzo de 1484 su nuevo Cuaderno de Alcabalas, que contiene unas 144 ó 145 leyes, reformando muchas del anterior, del reinado de su hermano D. Enriquez [!] IV, que gobernaba hasta entónces. Añadióse luego al pié como por suplemento, la declaración que hicieron en Sevilla á 21 de Febrero del año siguiente 1485, á solicitud del Almirante D. Alonso Enriquez, Señor de villa de Medina de Rioseco, de la franqueza competente á las célebres férias de aquella villa, que se había olvidado dar por salvadas en el cuaderno. Y con esta adicion le hicieron dar á la imprenta para repartirle, como he dicho, con mayor prontitud y menos gastos.

Pero como no se hubieron de tirar por esta primera vez tantos ejemplares cuantos se necesitaban para surtir enteramente al público, extinguida esta impresión, los escribanos de rentas fueron sacando copias por concuerda de este primer ejemplar de molde, cotejando primero con el manuscrito original para quedarse por seguros de su total conformidad, y estas copias autorizadas por ellos, con la fe de concuerda, las dieron tambien á la prensa para el publico surtido.

Uno de estos escribanos fué Fernando de Moncayo, que lo era de Cámara de los mismos Reyes, el cual sacó la primera con esta diligencia, en Córdoba á 9 de Abril siguiente del propio año 1485, poniendo fe de haberle concertado con el de molde, y que con las enmiendas que sacaba concordaba con él. Esto á presencia de vários testigos que dice lo fueron «llamados é rogados que vieron é oyeron collacionar é corregir é concertar el sobredicho instrumento de cuaderno de Alcabalas, de letra de molde é este dicho traslado con su verdadero oreginal [!] en presencia de mí Fernando de Moncayo, Notario público, Apostólico é Real, é de Miguel López escribano del Rey.» Sigue luégo:

«E yo, Fernando de Moncayo.«álias de Belmonte, Notario público Apostólico é Escribano de Cámara del Rey ó Reina nuestos señores, é su notario público en la su corte é en todos los sus reinos é señoríos, que el sobredicho tratao [!] de quaderno de Alcabalas escripto en letra de molde en uno con los dichos testigos con su verdadero original, concerté, corregí é emendé, el qual va escripto en quarenta é siete fojas de papel de pliego entero con esta en que va mi signo, é en fin de cada plana va rubricado é señalado de la señal de mi firma é las emiendas é adiciones del sobredicho traslado están escriptas de la sobredicha letra de molde en fin de este cuaderno, é seyendo ocupado de otros negocios, las sobredichas emiendas é adiciones, por otra persona bien é fielmente fice escribir é poner en sus lugares, é las concerté é corregí, é lo signé é firmé de mi signo é nombre acostumbrados en fe é testimonio de verdad rogado é requerido. =Fernando de Moncayo , Notario público, «Apostólico é Real. »

Dióse, pues, segunda vez á la prensa con esta inscripción. Pero como aún con esta segunda impresion no hubiese los bástantes ejemplares para todo el gasto, precedida igual diligencia de cotejo y fe de conformidad por este escribano en Zamora á 12 de Diciembre de 1486, se dió con ella tercera vez á la estampa y creo que allí por lo que se verá. La fe de escribano en esta ocasión, dice como se sigue:

«Fecho é sacado fué este dicho traslado del dicho traslado del dicho quaderno suso encorporado en la muy noble cibdad de Zamora á doce días del mes de Diciembre, año del nascimiento de Nuestro Señor Jesuchristo de mil é quatrocientos é ochenta é seis años: testigos llamados é rogados que á esto fueron presentes que vieron é oyeron leer é concertar este dicho traslado con el dicho Quaderno suso encorporado Antonio de Centenera, maestro de letra de molde é Xpoval Rodríguez de Laguna, é Alonso de Sevilla, é Francisco Arias de Cibdad Rodrigo, é Juan de Paredes, familiares del dicho Antón de Centenera é vecinos é moradores de la dicha cibdad de Zamora. »

Hasta aquí todo lo impreso del cuaderno que se halla en mi librería en 37 hojas fólio, y de la letrilla menuda que dige y que por lo mismo no dudo sea de Zamora, y de la que usaba en su Imprenta aquel Antonio Centenera. Al pié de todo sigue ahora de mano original la inscripción siguiente:

«Concertado fué este dicho treslado con el dicho treslado, signado de Fernando de Moncayo, álias de Belmonte, Escribano y Notario susodicho, á diez é ocho días del mes de Marzo, año del nascimiento de nuestro Señor ihu xpo de mil é quatrocientos é ochenta é siete años: testigos que fueron presentes á lo leer é concertar con el dicho treslado, Juan déla Cadena, é Juan de Peñalosa, é Garcia de Xerez, vecinos de Villafrades. E yo Bartolomé Saez de S. Fagun, Escribano del Rey é Reyna nuestros señores é su Notario público en todos los sus reynos é Señoríos que el sobredicho treslado de quaderno de las alcabalas, escripto de letra de molde en uno con los dichos testigos, concerté é corregí é emendé en algunos lugares de mi letra, el cual va escripto de la dicha letra de molde en treinta é siete fojas de papel de priego entero con esta en que va mi signo, é en fin de cada plana va rubricada é señalada de mi señal acostumbrada, é por ende fice aquí este mi signo á tal en testimonio de verdad rogado é requerido. =Bartolomé Saez.»

Tanto ha sido preciso copiar para instruirnos á fondo de unas que párecen menudencias. Pero aunque se representen tales á algunos genios superficiales y violentos, yo no las reputo por tales cuando se trata de fijar una época no menos ignorada que importante. Por este precioso documento, y lo que es mejor auténtico, y que hoy mismo haria fe en los tribunales, se ve á punto fijo como ya tuvimos impresion en Castilla á fin del año 1484 ó principios del siguiente 85, porque en 9 de Abril de este, ya testificó de ella el escribano Fernando de Moncayo, y de que proseguia en el inmediato 86 y por la cuenta establecida en Zamora con Maestro y cuatro oficiales, y lo mejor es que todos naturales del Reino, prueba de la prontitud con que los nuestros aprendieron la inteligencia, manejo y desempeño de esta arte soberana y peregrina.’’