Item talk:Q4813

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Ambrosio Sánchez 1996:591: “el lapidario queda interrumpido por la inclusión de una serie de amuletos; en concreto, el corte se realiza tras la exposición de la mayor parte de las propiedades del zafiro («çafir» en el texto); pero no de todas: el lapidario se reanuda con la mención de los efectos del «çafir de loba», que queda así descolgado. ….
Reintegrado el «çafir de loba» a su sitio, resulta obvio que esa segunda parte del lapidario es, en realidad, la primera, pues las piedras se ordenan siguiendo el orden alfabético: «aletorio», «amandino», «amatista», «andrrama», «balax» y «borrax». En cambio, la primera parte del lapidario copiado en el manuscrito no sigue orden alfabético alguno, como no sea la sucesión de algunas parejas de piedras («calçedonja»--«calçofaro», «topaçio»--«vemenche», «prasio»--«quimjra», «tamja»--«tandantin»), vestigio de un orden alfabético anterior y perdido.”

Ínc. y éxpl. de Ambrosio Sánchez suplementados por Accorsi 2011